Dime amor, de qué te valió saber que existía
si solo te perdiste fantasma entre corredores de ausencias
Sabías bien que escuchaba cantos peligrosos
y entre arboles extraños se escondían viles miserias
En donde búhos y lechuzas eran peores que fieras
la fría piedra se pulía entre las aguas inquietas
Más solo partiste cantando penas y lamentos
entre muros agrietados teñidos de sangre y miserias
Caminas vida mía entre avenidas y callejones oscuros
en donde las tardes de poesías se transformaron en silencios
Más el corazón añoraba un ¡Hola! ¿Qué dice la princesa?
Nunca soñaste un nosotros solo fundamentos de sombras
Negaste que fuera el dulce paisaje en donde recrearas tus versos,
más releyéndolos te espere tantas tardes sin escuchar tus cantos
Escribiendo en añil locuras de espantos deshidratándose el alma
un frío fantasma comió y bebió sales y carnes
Deje de ser entonces en tu jardín flor inmaculada
Ensuciándome los pétalos en las miserias del Mar de los muertos
Me perdí en otros cantos de otoño seducida por infiernos
en dónde sabes amor ,nunca deje de ser paisaje solitario
Una vida sin vos son mis laberintos de espantos
sumergida en extrañas danzas de pasiones negadas
donde el amor nunca fue sacramento menos voto sagrado
Me perdí, en las hostiles arenas del viejo cementerio
Caminando voy por calles tortuosas de dolor infinito
escuchando cantos mentirosos que me preñan a su antojo
Suspendidos los sueños, huellas que nadie reconoce
Una piedra niega ser el alma que me penetra las rocas
Fanny Jem Wong
10.07.05Guardar