Importante es mencionar que:

Este escrito esta inspirado en un cuento de mitología oriental que mi padre algunas veces me leía

Historia de Tontos y de sabios
(CONTINUACIÓN -SEGUNDA PARTE) 

Wu Yong con el cuerpo flagelado  veía como se le escapaba irremediablemente el alma hacia el Oeste,

 Jem dijo en ese preciso instante:

- “Abre tus alas heridas y vuela más fuerte hacia los verdes. papito”

-Allí mi sol no habrá más dolor que te dañe, te amooooooooooo papá.

Verdaderamente, la obra de ambos fue majestuosa. Por ejemplo, para el acarreo de la tierra y las piedras había que recorrer una distancia tan larga, que los transportadores demoraban una estación completa durante la ida y el regreso. Pero a pesar de todo, El Tonto, sus hijos y sus nietos seguían trabajando todos los días sin desanimarse.

Por su parte, Wu Yong partía hacia un camino sin retorno dejándome atrás Pero, a pesar de todo nosotros sus hijos y sus nietos seguimos sus lecciones sin desanimarnos.

Cuenta la historia que un buen día llegó a la localidad un viejo llamado El Sabio, quien le dijo al “Tonto” irónicamente:

-¡Qué tontería, viejo!

-¿Cuántos años te quedan de vida?

-¿Cuánta energía tienes?

-A mi parecer, no lograrás ni siquiera rebajar la cumbre de una montaña corriente.

-¡Ni qué hablar de estas dos grandes montañas!

-¡Lo mejor es que suspendas ahora mismo la tarea!

Mientras que Jem, la digna hija varón de su padre, se revela para trastocar el infinito tiempo y contestar con el anciano:

--“¡Ay! Todos te llamaban El Sabio, pero por lo visto, no eres más perspicaz que un niño”

Le respondieron los mal llamados Tontos, lanzando un enorme suspiro-.

Y prosiguió el anciano:

- “Después de que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos y luego sus hijos y los hijos de sus hijos y así indefinidamente.

-Aunque son muy altas estas montañas no crecen y con cada pedazo que les saquemos se harán más  y más pequeñas.

 -¿Por qué no vamos a poder removerlas entonces?”

Mientras que el Guerrero susurra en los oídos de su hija:

- “No hay que temer querida niña   a las enormes montañas.

- Puede ser pequeña, pero en tu empeño grande.

-Mira siempre amor los verdes, porque allí está tu fuerza, allí estoy yo.

Al escuchar estas palabras, El Sabio enmudeció y se marchó cabizbajo. El anciano, sus hijos y sus nietos siguieron cavando día tras día, sin cejar en su decisión.

 Jem, escala esta noches nuevas las montañas para conquistar sus cumbres, ya no tan altas en su afán de mostrarle a su padre que aprendió la lección y que no se dejara vencer.
 

Cuenta la mitología oriental que las palabras del anciano también fueron oídas por el Dios que gobernaba las montañas. El cual, temiendo quedarse sin un sede para el futuro, informó de lo sucedido al Soberano del Cielo. Este, conmovido, ordenó a los dos hercúleos, hijos de Kua E que se llevaran a cuestas las montañas.

Una fue colocada en Shuodong y la otra en Yongnan. A partir de aquel momento, en Jizhou no hubo más montaña que impidiera el paso. Angan había conseguido sus propósitos

Mientras que aquí  hoy  podré  quizás  logre descansar, sabiendo que la vida nos presenta difíciles caminos pero no imposibles de cruzar. Mas  mi  Guerrero está aquí entre  los verdes que veo a través de la ventana...a pesar de que hoy  siento que me muero de pena

FANNY JEM WONG

02.07.04

“Envejecen los carros diversamente adornados de los reyes, envejece también el cuerpo del hombre; solo la virtud de los hombres justos no envejece”.

Importante es mencionar que:

Este escrito esta inspirado en un cuento de mitología oriental que mi padre algunas veces me leyó.