LOS FOLIOS Y LOS SIGNOS


La puerta celeste sonríe
allí todo es posible radía
el amor una miel luminosa
que de las manos goteen
en claras aguas tranquilas
maná y blanca leche
y el rocío sobre la hierba.
En un paso a la ventura
de los moradores delicados
que lucen de blanca azucena.

Para poseer el don infinito
el don de la esperanza
de la fe y deseo de paz
por el universo anhelada.
Donde no se ame el tiempo
perdido
se amen los pueblos unidos
dando a la vida nuevo fuego
con su cabeza de nieve pura
y sus ojos de flama nueva.

Crezcan poetas en nuevos cuerpos
levanten sus manos sagradas
izen del piano alas negras
y su blanca alma divina
con sus cuerdas doradas
en bien de la tierra liberada
Ya no sea dura la vida
Ya no haya delincuencia
Ya no haya el delirio
Y el perdón sea lisonjeado
y los hombres no sean ruines
unos a otros.
Y no haya oveja perdida
sino: oveja pastor y gloria.

La puerta celeste sonríe
yo veo el monte sagrado
ahí donde todo existe.
Ojala el río quiera recibirme
y para castigarme se le claven
las aguas
y para condenare se queden
dormidas
y para perdonarme las tenga
despiertas.

Ojala que las cañas produzcan
poesía
y las palmas poetas
y los higos dulce para saciar
a los pájaros amigos, de dulzura
y las almas sean embebidas
de amor fraterno
y reciba yo un don dentro de mí
que me permita sufrir
contigo las cosas del mundo
con llagas en mis dedos
sin importar los olvidos
sin importar los flagelos
que solo importe el amor
amar…amor…amar..amor
a los folios y los signos.

FANNY JEM WONG.
26.02.2005 Guardar