El Imperio De Nuestros Sentidos
Dueto Jem Wong - Eurídice
Entre el ramaje escondido el placer único de tus besos
Me olvido de quien soy y corro a tu encuentro
Desnuda la piel de nácar va perfumada de almendros
Solo rojos pétalos adornan los rizados cabellos
Imagino en tu figura a la diosa de los vientos
Gravitando en la frescura de rosas, jazmines e inciensos
Sumida en la hermosura de su belleza exquisita
Amándola entre cuevas cristalizadas en galactitas
Cita de amor, fiesta lujuriosa de mil primavera
Hojas que se tocan y se acoplan con los vientos
Habitaciones de fuego en donde las sombras transitan
Mientras se ofrecen licores de blanca espuma
Emblemas de brazas candentes, ardientes de deseos
Entre sabanas de sedas doradas desnudo tu cuerpo
Las sombras son amor espejismos de oasis encantados
Despiertas mis deseos mis instintos más sagrados
Susurros en el viento rompen nuestros silencios
Los sentimientos ahogados en esta noche te reclaman
Mientras son tatuadas sobre la fina espalda
Hermosas figuras de majestuosos dragones verdes
Las torres de las pasiones esmerilan por nuestros cantos
Emociones latentes que son escritas con sangre y llanto
Cada lágrima es un cristal… un diamante perfecto
Trastocado en la llama etérea que revela tu misterio
Cantan amor temerosas las horas que transcurren
La pasión sedienta no encuentra nunca calma
El deseo toca sobre el rojo cristal de la ventana
Y solo soy yo la medicina que te calme las ansias
Pilares jónicos van uno a uno derrumbando los sellos
Imantando de sed mi fuego hasta socavar tus elixires
Como gineceo de esmeraldas vulnerando la misma sangre
Hasta lograr saciarte de mi amor cuando llega el alba
Eres tú, locura de amor que incrusta diamantes y perlas
Pulsiones que estallan al alba entre llantos y sonrisas
Instintos salvajes liberando al pájaro de fuego
Cuerpos que gritan desesperados con las puntas de las lenguas
Éxtasis prisionero traducido en mil gritos ahogados
Liberando hacia la fuente de Eros la ansiedad de ser amados
Estallando en espasmos de soles resplandecientes
Como tu dios más genuino voy transitando tus vertientes.
Comete amor las flores y los frutos que contemplas
Hazlo vida mía borrando así las viejas amarguras
Desgárrame las cortinas, arroja los abanicos de seda
Recorre los pabellones cuando en el árbol del peral
Retoñan los botones
Simientes de meiosis desencadenadas van evolucionando
En las ánforas de tus frutos avasallando toda barrera
Entre laberintos de genes,
Savia que renaces encendida desplazándose entre las yema
Entre la ontogenia de fusionar nuestras almas
En la eternidad misma sin ser condenados a la hoguera.
En la profundidad de una copa de oro el mejor de los vinos
Hombre y mujer feroces huracanes que ya estallan
Cadena interminable de orgasmos sin treguas ni pausas
Mientras el gozo desmedido se hace rojo y se hace negro
Fuerza imperativa va despoblando los jugosos viñedos
La mejor uva es saboreada, resurge de la matriz del Eros
Ni los rayos serpenteantes transformados en tornados
Arrasarán con la ilusión de estar por siempre ensamblados.
Quiébrate en mí amor soy cielo, purgatorio e infierno
Vierte en las profundidades del delirio tus esencias y tus miedos
Vistéme completa con torrentes de furiosos besos
Mientras en el estanque cantan agónicos de amor los faisanes
Claudican todos mis sentidos en hilos de oro entre tus poros
La ley del deseo esta escrita por las musas de cupido
Soy materia de tu universo… la fusión es equitativa
Nos abrazamos en este ritual y damos paso a la vida
Tómalo todo amor que la linfa arde entre quejidos
Y la diosa de cristal que veneras te consume todas las sendas
Que tu entrada a la regia flor de loto sea triunfante
Para ser dulcemente vencido por el imperio de nuestros sentidos
Jem Wong – Eurídice
Perú-Argentina
Publicada el 12.11.05
"Siete lunas corrieron raudas mientras cantaron eternas las horas
pero la pasión nunca encontró alivio"
JEM WONG
