De cal y Arena
Un esqueleto camina entre las penumbras
y sus huesos cadmio, tiemblan nauseabundos
tiritando por el golpe del viento del invierno.
Pasea lenta la calavera entre el bosque plomo
en el universo de la cal y la arena, va perdido.
Con la memoria que no conoce ni su nombre.
Vaga solitario como triste humo sin destino,
sus ruidos, son cantos tristes de lo macabro
angustiado testigo de los silencios siniestros.
Camina el hueso lento entre la vereda del deseo
sorteando los precipicios de las profundidades
como despojo sin dueño, sin alma, ni apellido.
Vaga desorientado entre una yerba pestilente
esperando el rayo que fulmina y lo haga lluvia,
que su cuerpo cavernoso estalle y crepite.
No hay fiebres salvajes ni magias ardientes
es una estructura siniestra de cal y sílice
atestada de obeliscos, desilusiones y vacíos.
Extraviado de los brazos de su lejano amado
es la ciega osamenta estatua de las tinieblas
con una garganta tejida de viejos graznidos.
Los cuervos te arrancaron la piel y el corazón
y hoy te acompañan tus cuencas de cera
llorando tu camino lento a la fosa del olvido.
JEM WONG
09.02.2005
“Tengo Para respirar esta noche todo el aire del mundo y sin embargo siento que me ahogo”
JEM
“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza
habla mientras el género humano no escucha”.
Víctor Hugo (1802-1885)