PATÉTICA MELODÍA
Agótense, desesperados
los ahogados cantos…
Golpeen, las blancas sedas,
desgárrense una a una, todas…
No resuenen, no vibren…
No sientan, no nada…no nada…
Conviértanse tan solo
en sumatoria de puntos negros,
imprecisos, inertes…
ciegas heridas,
sin precio, ni desprecio…
Patéticos y abatidos versos,
asesinados por la mano de su progenitor
Muertos a trinchazos…
No lloren, cobardes…no lloren
Tiñan de rojo las verdes praderas
Agítense las letras, búsquense,
báñense de azules y negros alcoholes
Perdida, márchese la fe
en un tiempo de alucinaciones y ficciones
Desterradas sean por siempre,
las alegóricas figuras
Rujan los cielos, tiemblen,
aparatosos desplómense…
No hay poder, ni esperanza,
ni deseo… No se contengan
Prismas de vacíos,
llenen de aterradoras negaciones
los estrechos pabellones
Sepulten los apócrifos libros,
nunca revelen la historia
Imperceptibles sean los aromas
de las sangrientas amapolas
Caminen una y otra vez
Eros y Thanatos en eterna pugna
Apunten certeros el filo de sus dagas
Siembren de abrojos sus pechos
Pisen lento las inflamadas brasas,
disfruten el cómo les queman
y en la exuberancia del dolor más infinito, fúndanse
en furiosos mares de espesas sangres…
Levántense, altivos, orgullosos
Transgredan así, la fascinación del horror,
la totalidad del no ser
Rómpanse los anillos y los símbolos
que engarzaban las deformes esferas
Resbalen finalmente por las cornisas
los imperfectos espejos
en simbólico ritual y a la hora justa,
en el intervalo perfecto de esta patética melodía
Inmólese la materia que me resta,
para dar paso a la muerte del poeta.
FANNY JEM WONG
29.06.07
“Hasta el fin de mis dias y aún después, pintaré de rubíes
las carreteras que marcaron todas mis vidas”