Encuentro…
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Se liberaran todas las luces,
al fin se dará el encantamiento
que fundira nuestros cuerpos.
Día y noche se mezclaran
en un solo sueño
que parecerá ser eterno.
Descubrirás por fin la bóveda
que te robará los sueños
Ingresaras en mí
descubrirás tu templo.
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Se detendrá el tiempo,
vibraran los cuerpos
Convertiré tu cerebro
en un torbellino de mil fantasías
recreando formas de amor
nunca antes percibidas.
Con impaciencia espero
que llegue el momento…
Esa innata sed
de beber de mis fuentes
te llevara a liberar tus deseos
Te embriagaras con mis besos,
te aturdirás entre mis pechos.
Cuando se de nuestro encuentro…
Descubrirás esmeraldas,
tesoros sin precio.
Subyugaré tus deseos,
seré tu fiera siempre en celo.
Temblaras en espíritu,
arderás como una llama
alimentada por el aire de mi aliento.
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Descubrirás entre grietas húmedas
la celda silenciosa
palpitando de deseo.
Ante el resplandor de tesoros
tu pensamiento quedará ciego,
detenido.
No te importará el tiempo
que a hecho de tì su esclavo
Ante delicias tan intensas
no obedecerán ni tus gestos,
se convulsionara tu cuerpo.
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Disfrutaras de gloriosos sueños.
Sentirás como si te arrancara la vida
una y otra vez sin tregua.
Beberás licores dulces , trasparentes.
Descubrirás nuevos parajes
en la geografía del cuerpo.
Se te otorgaran tus deseos
hasta los nunca antes imaginados
entre cavernas ineexploradas.
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Se elevaran las llamas de los deseos
Recorrerás montes, montañas,
para llegar a alcanzar
la escondida cueva
perfumada de rosas e inciensos,
delicia interna que te perderá
en glorioso sueño
en donde vivirás eternamente
cobijado entre entrañas
carnes y mis huesos
Con impaciencia espero
el día de nuestro encuentro…
Te consumiré cual fiera hambrienta
entre filamentos de luces doradas
que harán eclipsar al mismo cielo,
entre manantiales inextinguibles de todos
nuestros deseos.
Fuegos escarlatas
verás encenderse en todo mi cuerpo
mientras todos los ardores
te quemaran por dentro.
En suaves y violentos movimientos
líquidos de amor fluirán,
se teñirán de mil embrujos
cada uno de nuestros pensamientos
cuando se de nuestro encuentro…
JEM WONG
11.02.2004 GuardarGuardar