MI AMIGO WALTER FAILA ESCRIBIÓ :"Hoy solo quiero caminar"
Hoy solo quiero caminar, que mis pies perciban la tierra fría del parque, aun verdoso de un joven otoño.
Olvidar que mi hijo está enfermo, que mi amiga está triste, que mi amigo atesora en secreto su angustia; que mis sombras tienen cría, cada minuto que pasa, por la esfera deforme de mi cabeza agotada.
Sentir que la densa estadía de la oscuridad y el silencio, me permiten oír aun mis pasos.
Reclinarme en el río a escuchar los susurros de sus aguas, y contarle mis ignominias al gorrión que mira, impaciente y torpe, la brasa brillante de otro cigarrillo, que se consume en mis dedos temblorosos y manchados. Ver los senos de una luna ruborosa, ocultando la mitad de su contorno, en las polleras negras de las nubes, ahogadas de rocíos.
Hoy solo pretendo escapar de mi cárcel, burlar los despechos de la lírica carne, esconder las ideas que me muerden las venas, colapsando mis tiempos de quimeras dormidas.
¡Ay, si ayer no fuera lejos! , si un micro de extraño pasado, me devolviera las calles de tierra quebrada; y una colmena de abejas en el mistol de mi patio, y una represa mansa con sus brazos abiertos, festejaran mis travesuras de niño ingenuo, entre audaces relámpagos de paz y de campo.
No podrían comprender mis poemas amargos, los andenes que vieron, mi sonrisa extendida de miradas y labios, no podrían entender mis muñecos de barro, la torpeza que emanan mis dedos cansados, de pieles heridas y carnes con trapos.
¿Es que nunca se termina, ésta guerra de sorpresas, ésta nube de espanto?
¡Deja que las piedras me miren, con sus ojos de gotas, y mis huellas se borren en el césped dormido de sus fúnebres mantos!.
Hoy solo quiero caminar hacia ti, sin buscarte, sin percibirte, sin saber para qué; entre otra y otra distancia, entre los féretros esquivos que jamás entierro,
entre las lagrimas nuevas que jamás rescato, entre una mueca de trinos y gestos tristes de álamos.
Hoy solo quiero perderme, sin llegar a pensarlo, en el enigma del olvido mutilado de pájaros, encendiendo la idea de un verano de luces, y una cena de horneros… en la rama de un árbol.
Walter Faila
Faila galardonado
“No me ufano…pero, gratifica”
Los poemas premiados
¿A que vuelves?
Vida, tú que me has dado,
de tu piel cobriza, su interior dorado,
tú que bebiste mis trinos
para devolverme el canto,
¿Cómo vuelves tan mustia
sin violines ni pianos?
¿Cómo quitas las raíces
de la inmensidad de tu campo,
después de que fabricaron ruinas,
los filos de tus hachazos?
¡Cómo enmudece a la ansiedad
sonora,
la lánguida cuerda de tu cantar lejano!
¿Hacia donde llevas tu ritual
empañado,
de sollozos ocultos, entre ojos
y labios?
¿Cómo surges, entre sombras inertes,
en mis bosques de espinas
y en mi leño de árbol?
¿Vienes para decirme la palabra
infinita que me tiene callado?
¿O acaso traes, en tu bolsa de sombras,
mil canciones de pájaros?
En tu vientre arrastras la sequía del sueño,
la tormenta fría que provoca tus manos,
cuando desnuda posas,
en mi cuerpo iracundo,
la vejez de mi cráneo.
A qué vuelves... vida, ahora,
que he fallecido sin muertes,
que he amado sin cuerpo
y he besado sin labios.
¿A qué?, …ya todo lo he dado.
¡Cómo hieren tus campanas
en mis jardines de nardos!
¡Cómo calan tus gritos…
en mis silencios sagrados!
Las cosas de la vida
¡Parece que brillara!
Pero…¡cómo duelen los ojos al mirarla!
Yo la tuve entre mis manos,
y un día de inconciencia,
me dio por deshojarla.
¡Qué cerca están, a veces,
las cosas más lejanas!
¿Adónde irás ahora?
Ignorante yo de ti, y tú,
en mi… ignorada.
¿Hacia dónde llevarás esas respuestas,
que no supe preguntarlas?
¡Ah!, ¡cuántas cosas se fueron,
sin pedir que se quedaran!
¡Cuántos gritos se elevaron en el tiempo,
sin saber como hacer que se callaran!
¡Vuelvo…y vuelvo….y vuelvo!
… y no regresa nada.
¿Adónde irás ahora?,
sin mis manos como nidos,
sin mi pecho como cama.
¡Vida, vida, vida!
Qué lejos están , a veces,
las cosas mas cercanas.